EDUARDO DURÁN FERRER

Empezó sobre el año 1982 en el taller de su padre Antonio Durán.
En aquellos tiempos en el taller de su padre trabajaban tres personas más, una de ellas Rafael Moreno, el fué su tutor, con el que aprendió el manejo de las herramientas y los pasos a seguir en este oficio. Su abuelo Eduardo Ferrer y su padre le iban guiando y enseñando los secretos y las técnicas de la construcción. Cuando ya supo casi todo el oficio, (desde cortar el árbol, trocearlo, el secado de la madera, la elección de la mejor madera, y la construcción), fue entonces cuando aprendió la última parte del oficio. El barnizado: este lo aprendió en el taller de Antonio Marín Montero. Y fue entonces cuando empezó a construir guitarras con su propio nombre.
Anteriormente había construido alguna pero con el nombre de Antonio Durán en el taller de su padre y supervisadas por él.
Desde hace bastantes años construye sus propias guitarras, y está enseñando a su hijo, la 5ª generación de guitarreros. Pues la primera empezó en 1875 con Benito Ferrer.
Su idea es que una guitarra suene bien, que sea una guitarra equilibrada, y se consigue mediante buenas maderas, con los grosores que necesita cada madera, pues cada madera te pide un grosor diferente, dependiendo de su dureza y algunas otras cosas...
Sus guitarras son de un sonido especial, rica en armónicos y gran volumen, muy cómodas de tocar con un trabajo artesanal excelente.

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